Cuando Mónica nos visitó, tenía clara una cosa: su boda sería una fiesta de verano en un entorno campestre que quería disfrutar de principio a fin, así que desde el inicio planteamos para su vestido de novia una silueta limpia que dejara a la vista sus bonitas sandalias y que nos sirviera de lienzo para crear un vestido de novia romántico, joven, lujoso y atemporal.
Ella quería volumen y nosotras amamos los tejidos crujientes que permiten conseguirlo sin aportar pesadez, así que lo tuvimos claro, el gazar de seda sería perfecto.
Con todo eso en mente le propusimos un vestido midi de crepe con escote en V delantero y espalda súper escotada, de silueta evasé que armaríamos con unos volantes dobles en gazar de seda que terminaban en el escote de su espalda en dos lazadas del mismo tejido.
Las lazadas nos servían para dar continuidad al look una vez que prescindiera de su falda con vuelo y cola, también de gazar, que lució durante la ceremonia y que armaba el perfecto look de novia joven y veraniega durante la parte más seria de la boda.
Nos encantan las bodas de verano, así que disfrutamos muchísimo acompañando a Mónica en su aventura.
Les deseamos toda la felicidad el mundo